Mi nombre es Kazu y les voy a platicar cómo fue que tomé el camino de las Armas de Fuego.
Cuando estuve en la academia, siempre tuve curiosidad por la ciencia y tecnología de Midgard, de hecho, mi examen de aptitudes arrojó que tenía lo necesario para ser un buen Merchant, tiene sentido ya que yo colecciono hasta las rocas brillantes que me encuentro solo porque tienen un nombre raro y tambien tengo cierto gusto por el Zeny. Así que después de pensarlo seriamente estaba decidido, sería merchant para, más adelante, convertirme en piloto de Robots Gigantes.
En la Academia te enseñan de todo, desde spells que te curan hasta como usar espadas y escudo, lo necesario para defenderte de los peligrosísimos porings.
A lo largo de mi aventura para subir de nivel, hice algunas amistades con las cuales conviví siempre que no estábamos cazando furiosos Fabres o rabiosos Lunatics ¡Ah, qué tiempos aquellos!
En una de esas ocasiones mientras conversábamos y a la vez presumíamos sobre qué profesión tomar y cuál era la mejor según cada uno, también hablamos sobre qué ciudad pertenece a cada gremio.
Mi lógica siempre fue muy extraña y a veces me llevaba a lugares por lugares extraños:
– “Si Alberta está llena de merchants subiendo de nivel en sus campos, lo mejor será ir a otra ciudad donde no tenga competencia y así subir de job más rápido”.- pensé mientras mis camaradas seguían platicando. Les dije que mis razonamientos son más bien raros a la hora de tomar decisiones.
Así que decidí dirigirme de inmediato a Payon, estudié bien los mobs y me dí cuenta que había algunos que daban ciertos items que me servirían en mi camino, como fresas y red herbs. !Ja! era joven e inexperto.
Una vez alcanzado el nivel requerido me enviaron a la ciudad capital, Prontera. Y desde ahí y con mapa en mano me disponía a emprender mi viaje a Alberta para solicitar que la Guild de Merchants me aceptase. La verdad es que había sido una tarea titánica para mi alcanzar los 9 niveles del Basic Job para poder dejar la Academia y después continuar con mi aventura en tierras lejanas.
Prontera siendo la capital de Midgard era grandísima además de que la mayoría de las calles tenían una zona llena de comercio y puestos ambulantes que tapaban la vista por todas partes, por lo cual me había sido imposible encontrar la salida para poder dirigirme a Alberta y tuve que preguntar a muchas personas.
Finalmente me dijeron que por la puerta Sur sería más fácil llegar a los campos que llevaban a Izlude. – Payon está de camino a Alberta, sería bueno ir conociendo el terreno para cuando sea un Merchant poder tener el dominio de esos campos – pensé mientras caminaba hacia la puerta.
Al salir por la puerta sur de Prontera, quedé sorprendido de semejante estructura. Era tan grande que cubría el cielo de mediodía, había imaginado que sería grande al haber visto las murallas, pero no imaginaba lo imponente de esa estructura.
A la entrada había un guardia custodiando la puerta – Disculpe, si a usted no le es familiar esta área puedo ayudarle a buscar lo que está buscando – me dijo gentilmente.
–Me dijeron que por esta puerta llegaría a los campos que dan a la ciudad de Izlude.
–Claro muchacho, por estas puertas se llega a los campos de Prontera, son ideales para un novato como tu.
Me dirigí al encuentro de los campos mientras refunfuñaba por dentro: “¡¿A quién cree que le dice novato este tipo?! Digo, si acabo de salir de la Academia ¡Pero yo voy de camino a convertirme en un Gran Piloto de Mechas!”
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