Seguimos avanzando un poco más rápidamente, detrás del rastro de personas paralizadas que había dejado Jaffar, Blanca utilizaba sus habilidades de curación para sanar las heridas y Focalor les iba dando el antídoto, desgraciadamente, encontramos también muchos cuerpos de personas a las que no alcanzamos a salvar.
Al llegar al último piso, dejamos de encontrar gente, pero si encontramos una muchedumbre de insectos agresivos, pero no fue complicado deshacerse de ellos.
Avanzamos lentamente con las espaldas pegadas, dándonos una visibilidad de 360 grados, para protegernos, pues no había forma de saber lo que había adelante, la oscuridad lo cubría todo y solo escuchábamos a los insectos rondar por el piso y las paredes, pero de pronto, se escuchó como todos los insectos corrían alejándose y percibimos algo muy grande frente a nosotros aunque no podiamos verlo. Focalor lanzó una flecha encendida al frente para iluminar y fue cuando lo vimos, era el insecto más grande que habíamos visto en nuestra vida, era asqueroso y dorado. Focalor inmediatamente empezó a balbucear algo que no logré entender, pero imaginé que tenía que ver con su miedo. El colosal insecto movió sus alas, haciendo un sonido crepitante y de la nada, aparecieron muchos más de los insectos pequeños a su alrededor.
Focalor y yo comenzamos a atacar mientras Blanca estaba al pendiente de nosotros, pero no logramos hacerle daño, comence adistraerlo para que Focalor pudiera acabar con los bichos que acababan de aparecer. Sus tiros eran certeros y rápidos, le tomó poco tiempo acabar con todos, pero en cuanto el último cayó, el colosal dorado agitó sus alas nuevamente incrementando su velocidad de una manera inimaginable, apenas podíamos seguirlo con la mirada. Focalor y yo nos lanzamos en su contra, pero repentinamente desapareció.
-Bueno, al menos ya sabemos que es lo que causa la plaga en el alcantarillado- dijo Focalor recogiendo una especie de escama que se había desprendido del insecto dorado.
-¡Vaya, vaya miren lo que encontré revolcándose en la alcantarilla, un montón de ratas, no lo hacen nada mal, la verdad, estuve observandolos- se escuchó una voz desde la oscuridad -lamentablemente tengo que pedirles que me entreguen esa pieza dorada, si no quieren salir lastimados- dijo Jaffar en su tono más burlesco. El corazón se me aceleraba de rabia al escucharlo -Sé que no eres malo- le dije -si hubieras querido matarme, lo habrías hecho la última vez- terminé aún temblando de coraje.
-Te lo dije, soy simplemente un cazafortunas, tengo cero interés en matarlos, pero sí se ponen difíciles, tampoco sufriría haciéndolo- respondió Jaffar con desdén.
-¡Eres un infame, vil y despreciable gusano asqueroso y abusivo!- le gritó Blanca quedándose sin aire. Jaffar simplemente sonrió -¡Vaya, no sé qué te he hecho pero gracias por los halagos! Y despreciable será lo que les haré si no me entregan ahora mismo esa pieza dorada- le respondió aguantando la carcajada. Focalor, de un movimiento rápido, sacó varias flechas del carcaj y comenzó a dispararle una tras otra, pero Jaffar, velozmente las esquivaba, aunque era evidente que no era fácil, ya que Focalor era rápido y certero. Mientras él evitaba los ataques, yo observaba sus movimientos -Lo has visto ¿cierto?- me dijo Blanca en voz baja – aumentaré la velocidad de Focalor para que le meta más presión y puedas encontrar la ventana- asintiendo levemente le indiqué que estaba listo, sin dejar de ver lo que pasaba entre ellos.
En ese momento, ella lanzó el hechizo de agilidad y nuestro amigo comenzó a disparar flechas a una velocidad increíble logrando acertarle a Jaffar con una de ellas, en el hombro derecho haciendo que se descuidara y yo, tomé la oportunidad, dispare a su mano desarmandolo, sin embargo no le hice ningún daño porque llevaba unas protecciones metálicas en sus guantes, así que inmediatamente tomó su arma del suelo. En su mirada se hacía evidente que se sentía acorralado y comenzaba a enfadarse de verdad -les pedí las cosas por las buenas, pero no quisieron escuchar, ahora lo lamentarán- dijo arrancando la flecha de su hombro y a una velocidad de rayo se acercó a Focalor hiriendolo varias veces con su daga, dejando cortes que se tornaban violeta a los pocos segundos a causa del veneno. Comencé a disparar, pero él era demasiado rápido para mi. Después de haber envenenado a Focalor, se fué tras Blanca paralizándola de un solo golpe, después sus ojos voltearon hacia mi, por un segundo desapareció de mi vista y al momento siguiente, se encontraba a solo un par de pasos, la desesperación se apoderaba de mí, pero en ese momento, todo comenzó a moverse lentamente, desenfunde mi otra pistola y disparé sin apuntar y continué disparando y disparando como loco logrando impactar varias veces haciendo que retrocediera y finalmente derribandolo. Yo, buscaba las pociones para ayudar a mis amigos lo más rápido que podía -Eso fue inesperado- escuche que decía Jaffar entre quejidos de dolor -pero aun asi, yo gané- se acercó a Focalor, buscando rápidamente entre su ropa tomando la escama dorada que el se habia guardado y presumiendo el botin ante mis ojos -hasta luego- dijo haciendo una reverencia burlona como quien termina una obra de teatro y usando una ala de mosca, desapareció.
Sentía el estómago revuelto e inquieto por el coraje y la rabia que llevaba dentro, pero necesitaba ayudar a mis compañeros, así que por un rato me concentré en eso, ayudando primero a Focalor porque era quien más había sido expuesto al veneno, e inmediatamente despues seguí con Blanca y juntos continuamos asistiendo a nuestro amigo. Cuando se estuvieron lo suficientemente fuertes, Blanca abrió un portal a Prontera y lo cruzamos derrotados.
Estaba devastado, no podía creer que un solo tipo nos venciera a los tres juntos y además de todo, habíamos perdido otra recompensa. Esa noche, nos fuimos todos a descansar con el mal sabor de boca, lo único que me consolaba era saber que al menos habíamos podido evitar la muerte de muchas personas.
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