CAPÍTULO 11: DUELO PELIGROSO

Read Time:3 Minute, 9 Second

Kazu y yo nos mirábamos fijamente en medio de aquella cueva oscura, él sonreía mientras yo me mantenía serio y al mismo tiempo observaba todo lo que nos rodeaba. De pronto me apuntó con una mano mientras disparaba a un zombie, que se acercaba, con la otra sin siquiera mirar. Tomando la iniciativa, disparé pero él era increíblemente rápido, mientras esquivaba mis ataques con complicadas piruetas, disparaba a los monstruos que se encontraban cerca. Yo sabía que podía usar a los zombies  a mi favor, si lograba inmovilizarlo, podría hacer que lo mordieran convirtiéndolo en zombie. 

Mientras esquivaba todo lo que tenía alrededor, él también comenzó a dispararme mientras yo, tomando ventaja de mi gran agilidad, replicaba sus movimientos, además tenía la ventaja adicional de los hechizos que me había lanzado Blanca.

Ya habiendo limpiado la zona, ambos nos mirábamos fatigados -¿crees que este es el mejor momento para un duelo, Kazu?- le pregunté -Cualquier lugar me basta para hacerte caer- respondió con prepotencia.  

De pronto, comenzaron a sonar unas campanadas, sin bajar la guardia, ambos intentábamos averiguar de dónde venían, pero Kazu, creyendo que yo estaba distraido, lanzó otra rafaga de balas que bloquee instantáneamente con más balas.

El aire se llenó del destello de los impactos y saliendo de la nada apareció una niña con manos y patas de zorro, cargando una enorme campana que colgaba de una vara -¿por qué perturban mi casa?- nos dijo con  una mirada confundida – ustedes jamás se rinden, les envío ola tras ola de mis amigos pero ustedes siguen llegando de todas partes ¿es que no pueden dejarnos en paz? Estamos hartos de ustedes ¡AMIGOS, AYUDENME A SACAR A ESTOS INTRUSOS QUE HAN PERTURBADO NUESTRA CASA DURANTE TANTO TIEMPO!- y con este grito de guerra, agitó su campana de tal manera, que resonaba por toda la cueva hasta donde se podía ver y más allá, de la oscuridad y de entre las paredes empezaron a brotar más zombies, esqueletos y todo tipo de criaturas rodeandonos.

 El rostro de Kazu cambió de una sonrisa burlesca al miedo en un segundo -¡Kazu, dejemos esto para después, sígueme!- le grité mientras empezaba a correr hacia la salida -¡Si intentamos escapar por donde llegamos, pondremos en peligro a todos los que vienen hacia acá imbécil, tenemos que eliminarlos a todos!- me gritó entre molesto y asustado.  Sin hablar, pactamos una tregua momentánea para poder salir del aprieto y a toda velocidad comenzamos a limpiar la zona hasta que, vencido por el agotamiento, caí de rodillas. Ya no podía sostenerme en pie, Kazu a su vez, se apoyaba en una pared.

-No es necesario todo este esfuerzo, podrían ser parte de nosotros- dijo la niña zorro – sólo déjense llevar por mis amigos- y agitó la campana una vez más, convocando a más monstruos.

-Esto no tiene fin, debemos huir- dije mientras Kazu seguía disparando. Estabamos rodeados, no había como escapar -Lo siento Kazu, pero no moriremos aquí- le dije en un susurro mientras lo jalaba de la ropa al tiempo que utilizaba la insignia del gremio y aparecemos en los terrenos del mismo, cayendo ambos de rodillas.

Me dejé caer sobre la espalda permaneciendo un rato en el suelo mientras Kazu se levantaba y se limpiaba el polvo -Esto no significa nada Valrein, no era el mejor lugar ni momento para enfrentarnos, tienes razón, pero ahora estoy agotado, la próxima vez terminaremos lo que empezamos este dia- dijo mientras se daba la vuelta y se retiraba arrastrando los pies  y tropezando por el cansancio. Yo seguí un rato en el suelo pensando que al menos había descubierto que era lo que causaba la maldición y que eso sería suficiente para poder cobrar la recompensa de la misión.

Happy
Happy
0 %
Sad
Sad
0 %
Excited
Excited
0 %
Sleepy
Sleepy
0 %
Angry
Angry
0 %
Surprise
Surprise
0 %

Average Rating

5 Star
0%
4 Star
0%
3 Star
0%
2 Star
0%
1 Star
0%

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *