Después de ver lo que podía pasar en la cueva, empezamos a ser más cuidadosos de que no nos mordieran, afortunadamente solamente los zombies atacaban de esa manera, el resto de los monstruos usaban armas y aunque no eran menos peligrosos si nos tranquilizaba un poco más, una herida por arma si era curable.
Avanzábamos lentamente y nos topamos a muchos otros aventureros limpiando las diferentes zonas de la cueva, además que muchos de ellos establecían pequeños campamentos donde podían descansar varios grupos. Los magos creaban barreras de fuego para que los monstruos no pudieran atravesar.
Ingresamos a uno de los campamentos para tomar un respiro ya que la cueva era inmensa. Había algunos aventureros de clases expandidas entre ellos, un ninja y un Taek won que iban en equipo. Cuando me vieron se levantaron y me saludaron emocionados ya que no habíamos muchos de estas clases.
Nos explicaron que estos campamentos estaban a lo largo del dungeon por el tamaño que este tenía y que a medida que avanzas se vuelve más complicado hasta llegar a un punto en el que ya no hay campamentos porque sería una muerte instantánea si te detienes a descansar.
Después de descansar por un rato, continuamos nuestro camino ya que teníamos que investigar qué era lo que provocaba esta maldición, tal vez no podríamos hacer nada en contra de lo que lo estuviera provocando pero pasaríamos la información de lo que fuera y con eso sería suficiente para obtener la recompensa.
Al bajar al cuarto piso, las cosas se ponían más difíciles, efectivamente no había más campamentos y el ambiente se sentía denso, Blanca estaba algo tensa ya que podía percibir auras peligrosas y Focalor acomodaba sus flechas de plata nerviosamente. Conforme avanzabamos yo me sentía más ágil y hábil para utilizar mis armas, más certero y sobre todo gastaba menos municiones.
Los hechizos curativos de Blanca eran más potentes y Focalor seguía igual de diestro con el arco, tenía un talento nato.
Al llegar al quinto piso, todo cambió.
Veíamos esqueletos con armaduras, los cuales se lanzaban sobre nosotros inmediatamente, nos acomodamos de manera que Blanca estaba en el centro mientras Focalor y yo la cubríamos, nos estaban acorralando cuando de pronto se escucharon más disparos que abrieron una brecha y pudimos escapar, era Kazu.
-Pero ¿qué pasa basura?¿No puedes con tantos monstruos? Yo llegué solo hasta aquí y tú no puedes ni siquiera con todo tu equipo… eres un perdedor como sospechaba- me dijo en cuanto me miró
-¿Tu que sabes? Además de luchar, nos estamos cuidando unos a otros, tu estas solo y no necesitas preocuparte por nadie- le gritó Focalor bastante molesto, mientras tanto Kazu volvía a limpiar toda el área -mira, arquero de pacotilla, te recomiendo que te quedes callado si no quieres que te vuele la cabeza de un tiro- le contestó y eso me hizo enfurecer -¡A ellos no los metas en esto idiota! Si tienes algún problema, arreglemoslo aquí mismo- le dije con rabia.
-¡Me encantaria!- me dijo sonriendo -vamos a la plataforma del centro y que este sea nuestro duelo final-.
Hable con los chicos y les dije que nos separamos, Kazu era muy buen pistolero y no quería que les hiciera daño, yo lo entretendría, ellos debían buscar la causa de todo lo que estaba pasando en la cueva y después salir usando los warps que podía crear Blanca -Pero ¿y tu?- me preguntó Blanca -te quedaras atrapado-
-No te preocupes tengo un teleport confiable, simplemente tendre que transportarme desde el gremio hasta Izlude-
Me dijeron que nos encontraríamos en Izlude y después de eso, nos separamos.
Solo quedamos Kazu y yo, cara a cara, en el centro de la plataforma, rodeados de monstruos, a punto de iniciar el combate que decidiría quién era el mejor de una vez por todas.
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