Conforme avanzaba, el clima se volvía más y más caluroso, la vegetación comenzaba a escasear cambiando a solamente arbustos y el panorama se miraba cada vez más desértico, afortunadamente estaba preparado con suficiente agua.
Mientras caminaba logré ver a un grupo de aventureros, algunos aún eran novatos pero también alcance a distinguir espadachines, ladrones y magos, aunque no pude encontrar ninguno que perteneciera a las clases expanded “¿es que de verdad es muy difícil acceder a una de esas?” pensé.
Pasado un rato, vislumbré un pequeño oasis donde había muchas personas reunidas. Me acerqué en silencio y los saludé amistosamente -¿hay algún problema si me siento a descansar con ustedes?- pregunté mirándolos para ver quién me respondía. Me miraron por unos segundos -No hay problema amigo, de todas maneras ¿por qué rayos viajas solo? Este es un mundo peligroso para un novato solitario, más aún el desierto – me preguntó a modo de respuesta uno de ellos.
-Si tengo un compañero, pero se ha quedado para su entrenamiento con el gremio de arqueros y yo tengo que llegar lo más pronto posible a Izlude- le contesté.
-¡Oh! ¿vas al gremio de espadachines? Te advierto que me han contado que la prueba que hay que aprobar es algo dura- intervino otro de ellos -No, en realidad quiero ser Gunslinger, pero debo llegar a Izlude y desde ahí abordar una especie de barco flotante para poder llegar a Einbroch- le aclaré.
Se miraron unos a otros con desconcierto hasta que finalmente uno de ellos habló -¿existen los gunslingers? Nunca escuché que Rex los mencionara…- dijo algo confundido. Otro de ellos que había estado ocupado acomodando cosas en su bolsa de viaje comentó distraídamente -Gunslinger es una de esas clases expanded, son muy raras y solo unos cuantos son reclutados, siempre personalmente por algún miembro del gremio quien te dará la ubicación del mismo, de lo contrario te será imposible encontrarlo-. El resto se quedó mirándolo con cara de asombro y después voltearon a verme mientras el mismo sujeto me preguntaba -Así que ¿te han reclutado para ser gunslinger?- dijo mostrando un poco más de interés -Si, cuando estaba ayudando a mi compañero en su misión de recolección, un reclutador me habló y me dijo que ese era mi destino y me dio las instrucciones necesarias para poder llegar- le respondí un poco inseguro pues no sabía realmente qué tanta información tenía permitido dar. Todos se mostraron muy impresionados cuando dije que había sido reclutado. Después de que todos descansamos por un buen rato mientras charlábamos de nuestras experiencias, me dieron indicaciones de como llegar a Izlude. Esta plática había aumentado mi emoción al saber que la gente sabía de la exclusividad de las clases expandidas, me hacía sentir muy especial.
Después de separarme del grupo, continuaba mi camino cuando me topé con una chica novice que estaba desplomada en el suelo. Corrí a auxiliarla y por un momento temí que estuviera muerta, pero al acercarme me di cuenta que solamente estaba inconsciente. Como pude le di una poción poco a poco hasta que recobró la conciencia. Se incorporó y comenzó a mirar a su alrededor algo confundida -Disculpa ¿en donde estoy?- me preguntó -en medio del desierto ¿recuerdas qué pasó o a dónde ibas?- le pregunté consternado.
-Voy camino a Prontera pero, me perdí en el desierto y no traía agua suficiente, supongo que perdí el conocimiento por eso-. Buscamos un lugar con sombra y le di una de mis botellas de agua para que pudiera hidratarse -¿puedo preguntar a qué vas a Prontera?- le pregunté mientras la observaba evaluando si sería capaz de continuar -Si, quiero ser acolita y en Prontera es donde hacen las pruebas-. Le conté que yo me dirigía a la ciudad de Izlude y que podríamos viajar juntos si así lo deseaba ya que estaban muy cerca una de la otra y ella accedió sin pensarlo demasiado.
Comenzamos a caminar y me dijo que su nombre era Blanca, me presenté y continuamos platicando un poco durante el trayecto. Después de un rato, revisé el mapa y me di cuenta que estábamos cercanos al bosque que se encontraba a las afueras de Prontera y había llegado el momento de separarnos. Le di instrucciones de que siguiera derecho para encontrar la ciudad capital y le dije que yo tomaría un desvío para llegar a Izlude, la ciudad satélite. Me agradeció el haberla salvado y quedamos en que si volvíamos a encontrarnos, podríamos viajar juntos de nuevo. Me quedé pensando que eso sería una gran adición a nuestro grupo ya que podría ayudarnos mucho y nos sentiríamos más seguros. Nos despedimos y cada quien tomó un camino distinto.
A lo lejos, pude ver un enorme barco sostenido por un zeppelin “Ese debe ser el airship, he llegado por fin” pensé. Estaba en el lugar indicado.
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exijo el siguiente