La sala de aptitudes se encontraba llena de novatos, las kafras estaban a marchas forzadas aplicando los tests y el responsable del área, un señor ya avanzado en años, supervisaba todo con ojo de águila. Pero esto no era todo, este lugar estaba repleto de libros que contenían información sobre todas las clases disponibles. En el momento en que entramos, Focalor avanzó hacia uno de los estantes y tomó uno de los tantos libros que hablaba sobre los arqueros “Si, esa es la clase perfecta para él” pensé.
Yo, como aún no sabía lo que iba a escoger, tomé libros de los estantes de cada clase, pero descarté inmediatamente la rama del ladrón, era malísimo usando dagas. Me puse a analizar el resto de opciones que tenía: “quizá podría ser un buen tanque, resistí bastante bien los golpes…aunque también hay varias opciones de tanque, podría ser espadachín o acólito” me encontraba perdido en este hilo de pensamiento cuando se me acercó Focalor -¿que hay Valrein, ya decidiste algo?- me preguntó curioso -No, la verdad es que no, todo es muy confuso…sé que aguanto bien los golpes pero jamás he tocado una espada ni soy tan devoto como para ser un acólito o sacerdote…- dije un poco desanimado – Mmmm y ¿qué tal si le preguntas al anciano de allí por alguna opción distinta? Seguro que debe tener alguna sugerencia, se ve que sabe muy bien cómo se mueve todo aquí – respondió señalando al anciano que supervisaba la aplicación de los tests. Asentí sonriendo y me acerqué al viejo para explicarle mi problema. Después de escucharme atentamente se quedó pensativo unos segundos -Veo que eres un caso especial, son muy pocas las personas que no se sienten predestinadas a ningún camino, pueden ser lo que deseen y para ellos existe esto- sacó un libro todo empolvado del estante más cercano a él, lo sacudió un poco y me lo entregó. El libro forrado en piel negra, tenía unas letras plateadas en las que se podía leer “Clases Expanded” -Seguro que aquí encontrarás lo que buscas jovencito ¡mucha suerte! ¡Te aseguro que lo que te espera será aún más emocionante de lo que esperabas!- dijo antes de volver a lo que hacía.
Me senté en la mesa más alejada de la gente para revisar el libro. Existían más clases aparte de las que había mencionado en el entrenamiento, especialistas en artes marciales, armas de fuego y hasta un novato que podía dominar habilidades de todas las clases. Incluso decía donde se podía ir para iniciar con los entrenamientos de cada una de las clases. Focalor se acercó de nuevo conmigo -¿Encontraste algo que te interese? ¿Qué te parece si me acompañas a Payon al gremio de arqueros para enlistarme y de ahí yo podría acompañarte a donde sea que decidas ir?- dijo esperanzado. Lo pensé por un segundo y acepté ya que eso me daría más margen de tiempo para decidir lo que quería hacer.
Hablamos con una de las kafras para acordar un transporte a la ciudad de Payon. Al terminar el warp, pudimos ver que Payon era una ciudad en mitad de un bosque, con un clima húmedo y fresco muy agradable. Había varios restaurantes cerca y se podía ver a los novatos disfrutando de sus alimentos, otros entraban en grupos al INN entre risas y muestras de camaradería. Otros caminaban apresurados con la cabeza dentro de mapas, buscando el gremio de los arqueros. Seguimos a un grupo que hablaba particularmente alto y supimos por lo que decían que también buscaban enlistarse en el gremio. Ellos nos llevaron directamente al lugar que buscábamos y después de hablar con el encargado Focalor me dijo que le habían dado una pequeña misión. Tenía que ir al bosque cercano a recolectar una madera especial que daba un monstruo llamado Willow.
-Ya y seguramente yo tendré que matarlos a todos ¿verdad?- le dije a Focalor sarcásticamente. Él solamente sonrió.
Mientras caminábamos con rumbo al bosque un extraño se me acercó sin que me diera cuenta -Jovencito ¿ya has decidido tu destino?- me dijo en voz baja.
-No, aún no abuelo- le dije un poco extrañado.
-¿Por qué no le pedimos ayuda al destino? Esta moneda nos ayudará -dijo mientras sacaba una vieja moneda dorada -si es cara, te contaré un secreto y si es cruz te dejare continuar tu camino sin molestarte más ¿te parece?- me dijo con una mirada interesada.
-Está bien- le contesté. El anciano lanzó la moneda al aire y mientras giraba alcancé a ver que llevaba un arma de fuego en uno de los lados “este hombre es un reclutador del gremio de los Gunslingers” pensé. Afortunadamente la moneda cayó cara – La suerte te ha sonreído este día jovencito, te dare un consejo, ve a las coordenadas que anotaré en tu mapa, si cumples los requisitos quizá puedas convertirte en un gran gunslinger- dijo haciendo anotaciones. Yo me sentía feliz ya que por fin tenía un poco de claridad en lo que quería hacer y el pensamiento de que el reclutador podría haber visto algo en mi para darme esta información sólo aumentaba aquel sentimiento.
-¡Nada mal, nada mal!- me dijo Focalor – podrías ser como yo pero con pistolas, yo te acompañaré a Einbroch ya que deberás viajar primero a Izlude y de ahí tomar ese… barco volador del que nos hablaron-.
-Debes sentirte muy especial jovencito, pocos son los elegidos para viajar a Einbroch para enlistarse en el gremio, y aun menos los que lo logran ya que son extremadamente selectivos- me dijo el viejo dándome una palmadita en la espalda a modo de despedida.
Me sentía emocionado, ilusionado de emprender el viaje, pero antes tenía que ayudar a Focalor a completar su misión, conseguir la madera de Willow.
1
0
Average Rating